Telarañas de chocolate

Lo que tienen las  arañas de chocolate es que llenan todo de "telarañas" y en la fiesta de Halloween nos lo comíamos todo, los bichos y también las piruletas, por muy tétricas que fueran.

 

INGREDIENTES:

- Chocolate para fundir

- Palitos de brocheta.

- Papel de horno.

ELABORACIÓN:

Para fundir el chocolate, podemos hacerlo al baño maría, sin dejar de remover, o en el microondas. Yo, como soy muy vaga, siempre utilizo esta opción. Primero, troceamos el chocolate y lo echamos en un  recipiente adecuado para el micro. Programamos a máxima potencia 30 segundos, sacamos y removemos. Seguimos programando de 30 en 30 segundos, removiendo cada vez para evitar que se nos queme, hasta que esté totalmente fundido.

Extendemos un papel de horno sobre una mesa y colocamos los palitos de brocheta separados entre sí unos 10 cm. Para dibujar con el chocolate tenemos varias opciones:

1. La tradicional, sería hacer un cucurucho con papel de horno, echar dentro el chocolate y le cortarle la puntita.

2. También podemos hacerlo con un biberón de cocina, o con una manga pastelera con boquilla circular pequeña.

3. Con un "bolígrafo de cocina" específico. Lékué dispone de un dispensador de silicona con 2 boquillas perfecto para estos trabajos, que es lo que utilizo yo, y ya he visto por ahí alguna imitación parecida.

Una vez que tenemos el chocolate en nuestro "boli", hacemos un punto gordo en el extremo de la brocheta y dibujamos la telaraña, teniendo la precaución de que varias lineas pasen por ese punto, para que la filigrana se sujete entre sí. Para otras ocasiones, menos terroríficas, podemos hacer dibujos como rejillas o espirales.

Si queremos, espolvoreamos sobre el chocolate otros ingredientes, por ejemplo, almendras picadas, fideos de colores o, si queremos sorprender un poco más, trocitos de kicos salados o peta zetas.

Ahora tenemos que dejar enfriar las piruletas, mejor toda una noche, y cuando estén solidificadas, separarlas con cuidado del papel de horno. Ojo, yo las cubro con una mosquitera, porque no quiero que las moscas de verdad se acerque, por muy telarañas que sean.