A veces suceden cosas que te cambian la vida, acontecimientos que no dependen de tí pero hacen que tu rutina, tus prioridades o tus planes se descolquen. Ante los cambios, hay quien consulta a los astros para saber cómo le va a ir. Yo creo que el futuro depende más de nosotros que de las estrellas, pero, por si acaso, cuando veo pasar una estrella fugaz, aprovecho para pedir un deseo.
Mis estrellas fugaces están hechas con azúcar, mantequilla y un palito que las hace volar y desaparecer en cuanto las ponemos en la mesa. Además, he comprobado que hacen que se cumpla, por lo menos, un deseo, el de hacernos disfrutar de un buen momento.
- 225 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 125 gr. de azúcar
- 350 gr. de harina
- Una pizca de sal
- Una cucharadita de extracto de vainilla
- Palitos de brocheta
ELABORACIÓN.
En un cuenco grande, mezclamos la mantequilla con el azúcar y el extracto de vainilla. Tamizamos la harina con una pizca de sal y la añadimos. Amasamos hasta que todos los ingredientes estén bien integrados y enfríamos en la nevera unos quince minutos, como mínimo. Sobre una hoja de papel de horno, con un rodillo, extendemos una capa de unos 8 mm. y damos forma de estrella a las galletas con un cortapastas. Clavamos un palito de brocheta a cada galleta y las colocamos sobre la bandeja de horno. Guardamos la bandeja ya preparada en el frigorífico, mientras precalentamos del horno, así conseguiremos que la masa esté más firme y no pierdan la forma al cocinarlas. Las hornearemos unos 10 minutos a 180º y, en cuanto se enfríen, ya podemos pedir nuestro deseo.
Precioso remédio, preciosa receita, preciosa filosofia. Que todos os teus desejos sejam escutados pelas estrelas. Um abraço.
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