El sábado tocó tarde de manualidades. Después de pintar y jugar con la plastilina de mi hijo, hicimos nuestro primer pompón de papel de seda. La "ayuda" de un niño de tres años complica bastante la elaboración de cualquier cosa, pero hace que todo sea más divertido. Por eso, nuestro primer pompón no salió perfecto, pero nos sirvió para experimentar y pasar un buen rato.
Estoy deseando organizar una fiesta para poder repetir.
Los pompones de papel son un recurso decorativo fácil, barato y vistoso. Se pueden adaptar a cualquier estilo de celebración y cualquier color. También nos pueden servir para adornar los regalos de navidad o para poner en lo alto de nuestro árbol.
En la web hay cientos de tutoriales acerca de estos pompones, pero me ha gustado especialmente la entrada de Tea on The Moon , un blog con fotografías preciosas y que remite a varios enlaces estupendos.
MATERIALES:
- Papel de seda
- Tijeras
- Un alambre.
ELABORACIÓN:
Colocamos varias hojas de papel de seda superpuestas. Cuanto más grandes sean las hojas, más grandes serán los pompones y cuantas más capas, más tupidos quedarán. Yo os recomiendo poner unas 8 páginas del tamaño aproximado de un folio o un doble folio (lo que obtenéis al doblar el pliego). Doblamos todas las hojas juntas como si fuera un acordeón, con un ancho de unos 3 cm. Cortamos los extremos con forma redondeada y atamos en el centro con un alambrito (nos sirven los que vienen con las bolsas de congelado). Podemos atarle también un cordel que nos sirva después para colgar el pompón. Sólo nos queda separar y abrir las hojas con cuidado en todas las direcciones.
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