En la mayoría de las casas se está organizando la agenda de las fiestas: Nochebuena con los abuelos, Navidad con los suegros, Fin de Año en casa de la tía...
Hay gente que protesta por tener que pasar la velada con un cuñado que le cae mal, sin darse cuenta de lo afortunado que es de tener con quien celebrar la Navidad. Y yo soy de las que tiene suerte, mucha suerte, y aunque soy hija única, tengo marido, hijos, padres, suegros, primos, amigos, cuñados y sobrinos con los que compartir las calorías y las sobremesas de todos estos días y estas noches.
Una vez organizada la agenda, hay que decidir el menú. Hoy os propongo una guarnición muy sencilla y perfecta para acompañar cualquier carne.
INGREDIENTES:
- 1 bote de pimientos del piquillo
- Aceite de oliva virgen
- Azúcar
- Vino dulce o coñac.
ELABORACIÓN:
Ponemos a calentar una sartén con un chorro de aceite de oliva. Vertemos el contenido del frasco de pimientos, sin escurrir, y añadimos media cucharadita de azúcar por cada pimiento. Regamos con un chorrito de vino dulce, oporto, coñac, o el licor que más nos guste, y dejamos caramelizar, hasta que se evapore el alcohol y la salsa espese. No sé si tomarlo con el plato principal o dejarlo para el postre...
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