Orejas de Carnaval

Este fin de semana, cuando disfrazaba a mi hijo de pirata, me dice:

- ¿Sabés, mamá? En inglés, Carnaval se dice "Troido".

Lo que realmente me quería explicar es que "en gallego, Carnaval se dice Entroido". No sé si lograré que sea trilingüe, pero seguro que consigo que disfrute de los postres típicos de este "Entroido galego", como estas deliciosas orejas, hechas con la mejor receta, la de mi madre.

INGREDIENTES:

- 2 huevos

- 250 gr. de manteca de vaca

- 300 ml. de aceite de girasol

- La cáscara de un limón

- Leche

- Vino blanco

- 500 gr. de harina aproximadamente

- Una botellita de esencia de anís

- Una pizca de sal

- Aúcar glass

ELABORACIÓN:

En una sartén grande, echamos el aceite, la manteca y la cáscara del limón. Calentamos a fuego medio hasta que la manteca se derrita y el limón se dore ligeramente. Retiramos el aceite del fuego y lo reservamos.

Batimos los huevos en un cuenco grande. Utilizando como medida una tacita de café, añadimos una tacita de leche, una de vino blanco y otra medida del aceite que hemos reservado. Echamos la botellita de esencia de anís, una pizca de sal y mezclamos bien. Poco a poco incorporamos la harina que necesitemos hasta que la masa sea elástica y no se nos pegue a las manos.

Vamos cogiendo pequeñas porciones de masa y las estiramos con un rodillo lo más fina posible. Freímos las orejas en el aceite con manteca hasta que se doren y las dejamos escurrir sobre un papel de cocina. Cuando enfríen un poco, las espolvoreamos con azúcar glass.

Con estas medidas obtenemos bastantes unidades. Si nos parecen demasiadas, podemos guardar la masa en la nevera durante un par de días o incluso congelarla. Para conseguir unas orejas recién hechas, sólo tendremos que amasar de nuevo, añadiéndole un poco de harina si lo requiere, y freír.