Mi hija Carlota, con su año recién cumplido, se está convirtiendo en una gran exploradora. Gatea a toda velocidad, intenta ponerse de pie, sube las escaleras y cree que todo lo que encuentra es comestible. Está una edad preciosa, pero llena de peligros y su Ángel de la Guarda tiene muchísimo trabajo. Por eso, su primera tarta de cumpleaños estaba dedicada a ese Angelito y descubrió que sí, esta vez, los adornos se podían comer.
Aunque os mostré un adelanto en el post sobre su cumpleaños rosa, aquí podéis ver la tarta en detalle. Son cinco capas de bizcocho con almíbar de fresa y relleno de chocolate. Os he dado la receta del bizcocho, pero nos falta la el relleno, el clásico ganaché de chocolate:
INGREDIENTES GANACHÉ:
- 500 gr. de chocolate para postres
- 500 ml. nata líquida
- 1 cucharadita de glucosa o mantequilla (opcional)
ELABORACIÓN GANACHÉ:
El ganaché es una crema de chocolate y nata y, según la consistencia que necesitemos, los mezclamos en una determinada proporción. Para rellenos, empleamos la misma cantidad de los dos ingredientes. Echamos en un cazo la nata con el chocolate troceado y lo calentamos a fuego lento, removiendo hasta que se funda y quede totalmente mezclado. Lo retiramos y, si queremos, podemos añadirle una cucharadita de glucosa o una cucharada grande de mantequilla, que le dará más brillo. Antes de utilizarlo, lo dejamos enfriar.
Para montar la tarta, cortamos el bizcocho en capas y las bañamos con un almíbar de fresa. Lo haremos calentando una taza de mermelada de fresas con un poco de agua, hasta que adquiera una consistencia ligera. Después rellenamos el bizcocho con el ganaché y lo cubrimos y decoramos con fondant.
El cuerpo del Ángel está hecho con un par de magdalenas y creo que le gustan, porque se le ve gordito...
¡¡Que mono el angelito de la guarda....!!
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