¡Socorroooooo! Por primera vez, me he asustado en mi cumpleaños.
Hasta ahora, los años se iban acumulando con alegría, emoción e incluso expectación. Pero, de repente, aparecen los 35 y tomo conciencia de que ya no soy una niña, y parece que me he hecho mayor de un día para otro.
A pesar de la responsabilidad que da el tiempo, sigo siendo la misma que hace diez o incluso veinte años. Me siguen gustando las mismas cosas, estar con los amigos, hacer fiestas, tomar dulces, reír... y por eso, aunque un poco asustada, me sigue haciendo ilusión soplar las velas y pedir un deseo. Además, tengo tanta suerte, que los últimos 35 deseos creo que se me han cumplido.
A pesar de la responsabilidad que da el tiempo, sigo siendo la misma que hace diez o incluso veinte años. Me siguen gustando las mismas cosas, estar con los amigos, hacer fiestas, tomar dulces, reír... y por eso, aunque un poco asustada, me sigue haciendo ilusión soplar las velas y pedir un deseo. Además, tengo tanta suerte, que los últimos 35 deseos creo que se me han cumplido.
Mi versión de la carrot cake es la más sencilla que puedo imaginar. El sabor de la zanahoria casi no se nota, pero hace que el bizcocho resulte muy jugoso y tenga un color precioso y el frosting de queso le queda perfecto, aportando cremosidad y frescor, con un punto de acidez.
INGREDIENTES:
- 250 gr. de zanahorias
- 100 ml. de aceite de girasol
- 100 ml. de aceite de girasol
- 4 huevos
- 200 gr. de azúcar
- Una pizca de sal
- 200 gr. de harina
- 200 gr. de harina
- Un sobre de levadura en polvo
INGREDIENTES FROSTING DE QUESO
- 300 gr. de queso de untar
- 150 gr. de azúcar glass
ELABORACIÓN:
Pelamos las zanahoria, las trituramos con el aceite y reservamos.
En un bol, batimos los huevos con el azúcar hasta que blanqueen. Incorporamos la crema de zanahoria y batimos. Tamizamos la harina con la levadura y la sal y la mezclamos, hasta que nos quede una crema sin grumos. Untamos un molde con mantequilla, lo espolvoreamos con harina y vertemos en él la mezcla. Horneamos a 180 º durante aproximadamente media hora, hasta que al pinchar el bizcocho con un palillo, éste salga limpio.
Batimos el queso con el azúcar hasta conseguir una mezcla cremosa, que guardamos en el frigorífico.
Cuando el bizcocho esté frío, lo desmoldamos y echamos por encima una generosa capa de frosting de queso. Si nos gusta más cremosa, podemos partir en dos mitades el bizcocho y utilizar el frosting también para rellenarlo. Decoramos la tarta con unas flores hechas de zanahoria o las velas de cumpleaños y ya estamos listos para pedir deseos.
Cuando el bizcocho esté frío, lo desmoldamos y echamos por encima una generosa capa de frosting de queso. Si nos gusta más cremosa, podemos partir en dos mitades el bizcocho y utilizar el frosting también para rellenarlo. Decoramos la tarta con unas flores hechas de zanahoria o las velas de cumpleaños y ya estamos listos para pedir deseos.
Ja ja ja! 35 anos e te sentes maior!!! deixa-me rir, preciosa! aproveita a tua juventude... estás justo no mais delicioso da vida!
ResponderEliminarbeijinhos.
¡Pero cuánta razón tienes, Pau! Lo que sucede es que me sigo sintiendo como una niña y no me creo lo rápido que pasa el tiempo. Ojalá con 85 años siga sintiéndome igual. Bicos. XD
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