A mi hijo le encanta meter el dedo en las cremas de las tartas y cupcakes. Entiendo que es una tentación difícil de contener y a mí también me gustaría hacerlo.
El fin de semana pasado hice unas magdalenas para el desayuno y no conseguía que se las tomara, así que decidí "tunearlas" y funcionó. La idea no puede ser más sencilla, sobre todo si lo hacemos con magdalenas compradas.
INGREDIENTES:
- Magdalenas
- Mermelada
- Nata en spray
- Bolitas de colores, fideos o cualquier topping para decorar.
ELABORACIÓN.
Con un cuchillito afilado, hacemos un agujero a la magdalena y le metemos un poco de mermelada de nuestro sabor favorito. Tapamos con el trocito que hemos quitado y decoramos con la nata montada y las bolitas de colores. Eso sí, hay que hacerlo en el momento de poner a la mesa, porque ya sabéis que esta nata no aguanta mucho.
Me parece una idea estupenda para conseguir que los peques desayunen, o para dar un toque especial a las magdalenas cuando vienen invitados.
También me parece detalle encantador para dar los buenos días alguien especial el día de su cumpleaños.
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