Mini magdalenas

Las magdalnas son igual de ricas que un bizcocho pero, al ser individuales, tienen algunas ventajas.

Primero, el sentimiento de culpa es proporcional a su tamaño. Después, tardan mucho menos en cocinarse y también en enfriarse, así que las podemos probar enseguida. Además, al ser chiquitinas quedan monísimas y son estupendas para llevar cuando te invitan a una merienda.

Esta receta me la enseñó Rosa, la señora que cuidaba a mi hijo cuando era un bebé, pero las suyas tienen una diferencia sustancial, las hace con los huevos de sus gallinas y por eso son inigualables.

INGREDIENTES:

- 250 gr. de harina.

- 250 gr. de azúcar.

- 250 gr. de mantequilla ablandada.

- 1 sobre de levadura en polvo.

- 4 huevos.

- 1 pizca de sal.

- Ralladura de limón.

ELABORACIÓN TRADICIONAL:

Seguro que hay un montón de teorías sobre cómo se deben incorporar los ingredientes de un pastel, que si primero el azúcar con la matequilla, que si tamizar la harina...

Pero (disculpen mi ignorancia) yo no me complico la vida, es tan sencillo como mezclar todo con la batidora.

ELABORACIÓN CON THERMOMIX:

A mí me gusta el toque intenso a limón que consigue la thermomix cuanto rallamos la piel. Para ello, corto la piel con un pelapatatas, para utilizar sólo la parte amarilla, y la pulverizo junto con el azúcar dando varios golpes de turbo. A continuación añado el resto de los ingredientes y lo mezclo todo unos segundos en velocidad 4 ó 5, hasta obtener una crema homogénea.

Llenamos las cápsulas de magdalenas sin llegar al borde y honeamos a 200º hasta que suban, más o menos 15 minutos. Así que las podemos hacer, hornear, recoger la cocina y comer en menos de media hora.
Como podéis ver, yo he utilizado cápsulas pequeñitas, como las que se usan para las trufas, y quedan perfectas para tomar de un bocado.