¡Esta es la entrada número 100 de La Casa de Tanocha! y para celebrarlo, hemos hecho una tarta de fondant. Ahí tenéis a la Osa Golosa, gordita y feliz, rodeada de lunares rosas, que recuerdan a nuestro logo, y esperando para disfrutar con nosotros de lo que más nos gusta, una merienda con cafecito y cupcakes.
INGREDIENTES:
- 2 bizcochos
- Mermelada de fresa
- Ganaché de chocolate- Fondant blanco, rosa y marrón.
- Harina de maíz o azúcar glasé.
- Pegamento comestible.
ELABORACIÓN:
Yo ya estoy rendida al "sugarcraft" que, como su nombre indica, tiene más que ver con las manualidades que con la cocina. En mi primera clase de tartas decoradas he hecho esta Osa Golosa y he aprendido algunas cosillas útiles para mis próximos proyectos. Por eso, más que una receta al uso, hoy intentaré daros algunas pistas, para animaros a decorar vuestras propias tartas de fondant.
En primer lugar, necesitaremos un bizcocho bastante firme, capaz de soportar el peso del fondant. Podría servir el tradicional bizcocho de yogur. Cortaremos el bizcocho en capas y deben quedar sin desniveles. Por eso, si nuestro bizcocho tiene "chepa" deberemos rebajársela. Estos recortes son perfectos para hacer unas bizcobolas o cake pops.
Para que nos quede una tarta jugosa, necesitamos bañar el bizcocho con almíbar. Lo haremos poniendo al fuego una medida de agua con media medida de azúcar, hasta que se disuelva bien, o calentando en el microondas una mermelada comercial, de no muy buena calidad, que también se licuará.
El fondant no puede guardarse en la nevera, por eso debemos rellenar las tartas con ingredientes que no se estropeen fuera del refrigerador, por ejemplo, mermeladas, dulce de leche, nutella, ganaché de chocolate o diferentes tipos de buttercream. No podremos utilizar nata montada o crema pastelera. Yo la he rellenado con ganaché de chocolate y mermelada de fresa, que combinan muy bien.
A la hora de decorar la tarta, primero, debemos amasar bien el fondant, hasta que no se formen grietas. La harina de maíz o azúcar glasé nos ayudarán a que no se nos pegue a la mesa. Estiramos el fondant con un rodillo y cubrimos con él nuestra tarta, intentando que se ajuste a toda la superficie del bizcocho, sin que se formen pliegues, para lo cual hay que trabajar rápido, adaptando la capa de fondant de abajo hacia arriba. Alisamos la superficie y recortamos lo que nos sobre. Podemos rematar la base de nuestra tarta con una cinta de raso o con detalles de fondant. En este caso, he modelado una cinta rosa. Los adornos, como la tetera o los cupcakes están hechos con moldes y los adherimos utilizando pegamento comestible o glasa. Los lunares, o cualquier otro adorno plano, lo conseguimos estirando el fondant y presionando con un cortapastas. Los pegamos también con pegamento comestible o glasa. El oso está modelado con fondant y, como pesa bastante, lo hemos clavado a la tarta con un palito de brocheta, que no se ve, pero consigue que sea más resistente.
Ahora sólo tenéis que probar vuestra propia combinación de sabores, colores y formas.
¡Muy currada!!
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