Todos los días le digo a mi hijo que se tiene que comer las galletas del desayuno para crecer y cumplir muchos años. No me hace mucho caso y, la verdad, ni yo misma me creo que eso sea el secreto de la longevidad. De hecho, mi abuela, que acaba de cumplir 90 años, desayuna tostadas. Claro que las galletas del desayuno no tienen el mismo sabor ni el mismo encanto que estas galletas de encaje, a juego con la tarta de cumpleaños de mi abuela Pilar.
INGREDIENTES:
- Galletas redondas
- Fondant
- Maizena
- Mermelada de melocotón
ELABORACIÓN
Podemos hacer galletas de mantequilla redondas, o comprar unas que nos gusten y, simplemente, decorarlas. Espolvoreamos maizena sobre la encimera y extendemos una capa de fondant. Colocomos sobre el fondant nuestro texturizador y presionamos con el rodillo para grabar el dibujo. Para dar esta textura de encaje utilicé un mantelito de plástico que imita los tapetes de ganchillo y, aunque es un horror como decoración para la casa, deja un dibujo precioso.
Tamizamos un poco de mermelada de melocotón, pasándola por un colador, y la extendemos sobre nuestra galleta con un pincel para que nos haga de "pegamento". Cortamos un círculo del "encaje de fondant" del mismo tamaño que la galleta, con un cortapastas o un vaso, y lo colocamos sobre ella, presionando para que se adhiera. Por último, utilizamos una "imprenta de galletas" (que es una guía con letritas de plástico) para grabar nuestro mensaje.
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