"Sardiñada" de galletas para San Juan

Dicen que la noche de San Juan es mágica, que el fuego de las hogueras purifica, espanta los malos espíritus y hace que se cumplan los deseos. En mi tierra, San Juan huele a humo y sabe a sardinas asadas.

Yo también voy a celebrar esta noche con una "sardiñada", pero mis pececitos plateados tienen un sabor sorprendente, a galletas de limón.

INGREDIENTES:

- 100 gr. de mantequilla a temperatura ambiente

- 200 gr. de harina aproximadamente.

- 100 gr. de azúcar

- 1 huevo

- 1 limón

- Una cucharadita de levadura en polvo

- Sal

- Fondant gris

- Purpurina plateada comestible

ELABORACIÓN:

En un cuenco, mezclamos la harina tamizada con la levadura, el azúcar y una pizca de sal. Incorporamos la mantequilla cortada en trocitos y mezclamos hasta integrarla. Batimos un huevo con el zumo del limón y lo añadimos mientras removemos. Terminamos amasando hasta conseguir una textura homogénea. Si el huevo o el limón son grandes, es posible que necesitemos un poco más de harina para que la masa no se pegue. Formamos una bola con la masa y la guardamos en la nevera, por lo menos una hora, para que la masa se vuelva firme.

Pasado este tiempo, precalentamos el horno a 180º. Extendemos porciones de masa con un rodillo hasta obtener un grosor de unos 5 mm. y cortamos las galletas con un molde en forma de pez. Colocamos las galletas separadas entre sí en una bandeja  forrada con papel vegetal y horneamos entre 10 y 15 minutos. Dejamos que las galletas se enfríen sobre una rejilla antes de decorarlas.

Para convertir nuestras galletas en "sardinas", extendemos una fina capa de fondant gris y lo cortamos con el mismo molde. Pegamos el fondant sobre la galleta con un poco de agua y decoramos la superficie marcando las escamas y algunos detalles. Para darle el acabado brillante de la piel de las sardinas, pintamos la superficie con purpurina comestible de color plateado.

Ahora debemos decidir si acompañamos las sardinas con una "queimada" o con un vaso de leche...