Los cupcakes de "la roja": Red velvet

Para mí, el momento más importante de la historia del fútbol español no fue el 12-1 a Malta, ni el gol de Iniesta en el mundial de Sudáfica, sino "EL BESO". Sí, el beso de Iker Casillas a Sara Carbonero es lo más emocionante que he visto en el fútbol. Esto os puede dar una idea de lo mucho que me gustan los besos y lo poco que me interesa el fútbol.

Aún así, la selección española está dándonos tremendas alegrías, nos hace disfrutar y ha logrado que, por una vez, en este país nos unan los colores. Para celebrar que hoy jugamos la final de la Eurocopa, en La Casa de Tanocha, nos tomaremos unos cupcakes de color rojo mientras vemos el partido. 

Esta es la clásica receta de bizcocho"Red Velvet", rojo, aterciopelado y delicioso.

INGREDIENTES:
- 240 ml. de leche
- 3 cucharadas de vinagre blanco
- 2 huevos
- 120 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 300 gr. de azúcar
- 250 gr. de harina
- 2 cucharadas de cacao en polvo
- 1 cucharada de levadura en polvo
- 1 cucharadita de bicarbonato
- Colorante rojo en gel
- 1 pellizco de sal

ELABORACIÓN:

En primer lugar, preparamos el buttermilk. Para ello echamos 240 ml. de leche fría en una jarrita, le añadimos 2 cucharadas de vinagre blanco y dejamos reposar quince minutos, por lo menos. Mientras elaboramos la mezcla, precalentamos el horno a 180º.

Tamizamos la harina con el cacao, la levadura el polvo y un pellizco de sal y reservamos.

En un bol grande, batimos la mantequilla con el azúcar hasta que esté cremosa. Incorporamos un huevo y, cuando esté perfectamente integrado, añadimos el otro. Removemos la mezcla de buttermilk, que adquirirá una textura similar a la leche cortada  y le vamos añadiendo a la crema de mantequilla un chorrito de  buttermilk y varias cucharadas de la harina tamizada alternativamente, hasta terminar los ingredientes. Incorporamos un poco de colorante hasta conseguir un tono rojo intenso. Por último, mezclamos una cucharada de vinagre con el bicarbonato, la reacción hará un poco de espuma y se lo añadimos removiendo suavemente. Vertemos la crema en unos moldes de magdalena y horneamos unos 25 minutos, hasta que comprobemos, pinchando con un palillo, que el centro está cocinado.